<

30-4-2020, 16:41 h. - ID. 174
Jaime González Palencia
Esperando COVID-19
40x40

En esta pintura he intentado combinar lo mejor que he podido una instalación de Alfredo Jaar (Lamento de la imagen) y unas obras de juventud de Tuymans relacionadas con el holocausto. Hace no tanto tiempo empezaba a trabajar bajo esta línea vinculada al archivo web y la estética del boceto. Pienso en esta situación y en cómo se ha suprimido de nuestras vidas cualquier aspecto del que haya querido hablar y que esté vinculado a las nuevas tecnologías. En este relato neoliberal lleno de estereotipos y verdades a medias que hemos creado alrededor de la idea de la red digital y lo que la rodea. Nuestras vidas se ven abocadas a la pequeña pantalla y esta se convierte en las dos caras de la misma moneda. Por una parte el componente más analgésico de lo lúdico, entre nuestras redes sociales a Netflix. Por otra la ansiedad constante a través de una cuarentena que deja ver lo peor de toda una serie de patologías subordinadas a nuestra tecnología. En este ciclo constante de bulos, debates de 280 caracteres, noticias 24/7 nos quedamo derrotados ante una pantalla que no puede decirnos nada, el ultimo espejo de nuestra ansiedad. Lo drástico de la situación ha venido a dejarnos la vida en barbecho. A nosotros, una generación a la que le dijeron que no podíamos estar quietos y concentrados más de 5 minutos ante tanto estimulo. Las deficientes clases online, el espacio hermético y la convivencia han terminado con las últimas concesiones al pensamiento posmoderno. Se acabaron las ambigüedades ante el uso pragmático del estado-nación y contra el globalismo, el escepticismo edificante, la ionización y la posverdad se desechan en un mundo donde lo apocalíptico es más que un elemento de ficción estética. La verdad es que uno no sabe que deberíamos ponernos a pintar, y al final todas estas coñitas con la mascaritas y estos memes del coronavirus se sienten tan acartonadas⬦ Cualquier intento de normalidad, de hedonismo simpático de historia de Instagram se convierte en una simulación siniestra de lo que se fue y ya no puede volver.